Las macetas de papel biodegradable, son una solución perfecta para algunos de los problemas que se nos presentan a los jardineros. Problemas temporales, en los que una planta no está aún en su lugar definitivo y no tenemos tampoco una maceta a mano que nos pueda servir de paso intermedio.

Momentos para utilizar macetas de papel en el jardín…y en el huerto

Si por casualidad has hecho un semillero, ahora tienes que entresacar esas plántulas y ponerlas en otra maceta antes de su traslado final a su sitio definitivo. Para esta tarea es ideal usar macetas de papel, sobre todo por que son sencillas de hacer, evitamos el plástico que tanto daño hace al medio ambiente, y se degradarán cuando las plantas estén en su lugar definitivo, por que la naturaleza se encargará de deshacerse de la maceta por nosotros.

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El trasladar las pequeñas plantas a unas macetas como paso intermedio a plantarlas en su lugar definitivo, es para darles la oportunidad de que su sistema radicular crezca y este más fuerte antes de su transplante, con lo que nos aseguramos un mayor porcentaje de efectividad.
También es una buena macetas-de-papel-biodegradable-papel
Buscamos algo que nos sirva de molde, puede ser una lata de conserva, una botella de refresco, un vaso, etc, obviamente nuestro molde tiene que ser cilíndrico.
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Con la hoja al menos con un doblez, para darle consistencia y no mucho más para que se degrade con facilidad, vamos a enrollar alrededor de nuestro molde, dejando unos centímetros por debajo para doblar la hoja y hacer el fondo de la maceta.
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Cuando ya hemos enrollado la hoja y hecho el fondo de la maceta, hemos conseguido una cierta consistencia, sacamos el molde y doblamos también un poco el borde de la maceta, hacia adentro.
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Ya tenemos la macetas-de-papel-biodegradable-tierra
Cuando la planta haya crecido lo suficiente, podremos ponerla en su sitio definitivo, sin necesidad de quitar la maceta de papel, que con la humedad se degradará.