Me preocupa el medioambiente, y cuando veo iniciativas tan interesantes como estas macetas biodegradables, no puedo por menos que difundir la idea.

Se trata de una forma distinta de cultivar nuestras plantas, respetuosa con el medioambiente. El origen es una maceta con forma de esfera realizada en plástico biodegradable, en la que se introduce la semilla junto con los nutrientes que necesita para crecer.

Cuando la planta va creciendo se va introduciendo en otro contenedor más grande, sin cambiar el contenedor. Este plástico absorbe parte del agua del riego, con lo que su elasticidad va cambiando en función de la saturación del suelo, de esta forma se degrada paulatinamente, aunque también esta característica nos avisa si la planta esta suficientemente regada o no.

La idea es que al final del ciclo, la planta sea trasladada al suelo, donde ya crecerá con total libertad.
Este es un diseño de Brett Duncan, y la novedad consiste en que estas macetas biodegradables, no utilizan plásticos biodegradables al final del ciclo de uso de la maceta, si no que la maceta se va degradando a medida que la planta crece.
Fuente   Yanko design