Mantenimiento y cuidados de los pensamientos

Los pensamientos que conocemos actualmente en los viveros, son productos híbridos que provienen en su mayoría del viola tricolor, que es una especie silvestre. Hay que decir que los hibridadores y cultivadores han hecho un gran trabajo, ya que disponemos de una enorme variedad de colores de pensamientos, y también han conseguido variedades optimas para ser cultivadas en otoño y primavera.
Las plantas que compramos en otoño, suelen crecer poco, sobre todo por que el frío las paraliza un poco, pero cuando llega la primavera se ponen preciosas.
Otros pensamientos, los podemos comprar directamente en primavera, y florecen con mucha profusión, otra de las razones para que sean tan populares.
Vamos a ver que necesitamos, para tener unos pensamientos muy bonitos y saludables durante todo el otoño y el invierno, para que luego se pongan espectaculares en primavera.
Siempre, cuando vayamos al vivero a comprar plantas, debemos revisar que los ejemplares que compramos se muestren sanos, que las raíces no crezcan por fuera de la maceta y que haya botones florales por abrir.
Una vez elegidos los ejemplares que sean de nuestro agrado, por color y por su salud, debemos encontrar en el jardín el lugar idóneo.
Los pensamientos, son plantas que necesitan estar en un lugar soleado para prosperar adecuadamente. No soportan bien la sombra, las plantas crecerán mucho menos y darán pocas flores. Podrían soportar una sombra parcial, en lugares donde el sol del verano sea muy fuerte.
El suelo donde van a estar los pensamientos, debe ser fértil, rico en nutrientes y bien drenado. Es buena idea añadir compost a la zona, para mejorar la calidad del suelo.
La distancia de plantación idónea, es de unos 10 centímetros entre planta y planta, haciendo un buen parterre. Cuantos más agrupemos, más bonita quedará la zona, no olvides la regla de las plantaciones impares, para que todo parezca mucho más natural y aleatorio.
Los riegos para estas plantas deben ser moderados, y la recomendación más habitual es una vez por semana, sin llegar nunca a encharcar. En el otoño y el invierno, hay que regar con mucha moderación y evitando los días con heladas.
Aunque en otoño lucen geniales, y son bastante resistentes en zonas donde los inviernos no son excesivamente duros, para aquellas zonas donde el frío es intenso, lo mejor es protegerlos, incluso sería ideal mantenerlos en macetas, para facilitar su traslado a zonas protegidas libres de las heladas más fuertes.
Son plantas muy sencillas de mantener y cultivar, pero no por ello están libres totalmente de enfermedades. Lo más habitual es que sean atacadas por hongos, sobre todo si no se tiene la precaución de evitar regar las hojas, y las plagas más frecuentes son la araña roja y los pulgones, aunque ya sabes lo sencillo que es eliminar esta plaga con agua jabonosa.

En el jardín no es raro que sean atacados por las babosas, eso lo podremos observar fácilmente si vemos que aparecen hojas con agujeros y no vemos a los responsables.
En esta época es muy habitual ver pensamientos, tanto en los jardines públicos, como en los particulares y todo es debido a que es una planta económica, vistosa y muy sencilla de cultivar.
Con estos pocos consejos, seguro que tendrás unos ejemplares maravillosos, durante este otoño y hasta bien entrada la primavera.

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