Como ya he comentado en algún otro artículo, el arte de cultivar Bonsáis es muy antiguo, pero que una práctica sea antigua no quiere decir que no pueda ofrecer un nuevo enfoque. El arte de Takanori Aiba, va un poco más allá de lo que es cultivar Bonsáis, mezclando la arquitectura y los Bonsáis de una forma magistral, creando unos mundos en miniatura fabulosos, básicamente es arquitectura con Bonsáis.
Sus construcciones son muy minuciosas y elaboradas hasta el más pequeño de los detalles, no es de extrañar que alguna de sus obras le haya llevado casi diez años de trabajo. La arquitectura con Bonsáis realizada por Takanori, de alguna manera, me recuerda al castillo de la princesa en Disneyworld y el artista confiesa que Disney le ha servido como inspiración.
Como artista, Takanori, no ha utilizado sólo los Bonsáis, también ha utilizado piedras o cualquier otro elemento que ha caído en sus manos. Espectacular e igualmente minuciosas son otras construcciones realizadas por el artista, como este inmenso molino, dentro o acompañado de un laberinto de grutas, que podría haber sido el escenario perfecto de Mad Max, o cualquier otra película que nos llevara a mundos pasados o futuros.
Es impresionante, la arquitectura en miniatura realizada por el artista, cuidando al máximo todos los detalles, y sobre todo hay que tener en cuenta la dificultad añadida de «construir» sobre un elemento vivo, que con el tiempo tenderá a cambiar.