Son botellas de plástico a las que se las abre por el fondo, y directamente las ponemos en un vaso con agua, para que por capilaridad la planta se riegue.
Para que funcionen correctamente estas macetas autorregantes, debemos de poner unos guijarros en el fondo, de esta manera evitamos que la tierra caiga en el vaso, a continuación ponemos la tierra o sustrato para plantas, y luego procedemos a poner nuestra planta.
Realmente el proceso es muy sencillo, igual que cuando regamos las plantas delicadas, poniendo agua en el plato en el que apoyamos la maceta, de esta manera absorben el agua que necesitan. Aunque no por sencillo no deja de ser original, además que reciclamos y hacemos una pequeña contribución a mantener el medio ambiente.
Esta idea la podemos trasladar a otras macetas, para cuando nos vamos de vacaciones y necesitamos dejar nuestras plantas, y no tenemos nadie que nos las pueda cuidar.
Este diseño nos viene de la mano de Naomi Thellier de Poncheville, que es una diseñadora franco-inglesa.
Fuente Naomi Thellier de Poncheville
Que bien porque yo soy una de esas personas… no me sobrevive ninguna.
queeeeeeeeeeeeeeee estabas pensando en mi al escribir la entrada no? jijijijiji esta me la apunto
besos
Son botellas de plástico. El sol, pues no lo tengo muy claro, hay plantas que soportan que el sol les de en la raíces.
lo malo es que las macetas no son tales, sino botellas de crista y se romperan facilmente, además supongo que no les podrá dar el sol directamente.
Pero es una nueva idea.
Lirtea
Cristina, hoy se que has madrugado. La idea es genial y queda muy bien para decorar un rincón, en la cocina o en un lugar de trabajo.
Ah, cómo me gustan esas ideas para poder despreocuparse de las plantas.