La semana pasada hablaba de
Es evidente que esta forma de
Siempre es recomendable, que las plantas que vayamos a cultivar en esta zona del jardín, sean resistentes a los suelos alcalinos, pudiendo cultivar en macetas las plantas que prefieran suelos ácidos.
Suelos ácidos
Los suelos ligeramente ácidos, pH sobre 6,5 son ideales para muchas plantas, sin embargo con un pH sobre 5, en el que ya consideramos que tienen una acidez alta, no son los suelos ideales para plantas como el rododendro o las camelias.
La forma de mejorar un suelo ácido, es añadir cal (carbonato de calcio) para reducir la acidez.
¿Cuando añadir la cal? Pues cualquier fecha del año es buena, evitando cuando se ha añadido compost, o cuando se acaban de realizar plataciones.
Suelos de turba
Los suelos de turba, son unos suelos muy fértiles y que no necesitan de añadir materia orgánica, pero si necesitamos añadir cal si queremos cultivar plantas que prefieran suelos más neutros, como por ejemplo si nos planteamos tener un huerto en el jardín.
Mejorar el drenaje
Este problema del suelo nos lo podemos encontrar en cualquier tipo de condición.
En los suelos arcillosos, lo mejor es añadir arena o grava, mientras que muchos de otros suelos mejorarán su problema de drenaje realizando una buena cava, en la que añadiremos materia orgánica descompuesta…compost.
Cavar siempre mejorar el drenaje de los suelos, es una de las razones por las que los agricultores antiguos, siempre decían que el suelo tenía que tener «labor» para que las plantas crecieran sanas.
La labor, era simplemente cavar en profundidad y mover el terreno para que se airease.
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