El Ciclamen, o también llamado Violeta Persa, es una de las plantas que podemos utilizar ahora, en el otoño, para dar color al jardín. Los cuidados del Ciclamen son realmente sencillos, pero tiene buena fama de ser una planta difícil de tratar.
Los problemas habituales del Ciclamen, vienen originados por un mal cuidado por parte del jardinero aficionado, no por que realmente sea una planta tan complicada de mantener. Si que hay que reconocer que es bastante propensa a ser atacada por hongos, y esa es una de las causas principales de que tenga tantos problemas, para los que no saben bien como cuidarla.
El Ciclamen florece ahora, desde primeros-mediados de otoño, hasta el final del otoño, aunque hay ejemplares que pueden florecer más tardíos, en invierno, hasta principios de primavera.
Cuidados del Cyclamen para conservarlos mucho tiempo
El Cyclamen es un tubérculo, y como ocurre con todos los tubérculos y con los bulbos, tienen un ciclo de vida anual, resurgiendo al año siguiente. Es habitual que las plantas más viejas, florezcan con menos profusión, y el tamaño de sus hojas también se reduzca.
Su periodo de latencia es el verano, no soporta los calores y por eso pierde sus hojas y se empieza a marchitar en cuanto las temperaturas empiezan a subir. Se deben retirar las flores cuando se secan, para luego retirar las hojas, de esta manera se facilita que el tallo se desprenda del tubérculo y que empiece su periodo de descanso.
El Ciclamen se puede tener como planta de interior o de exterior. En el jardín, no soporta el sol directo, y estará genial en un lugar de sombra completa o semi-sombra, por eso sería una planta ideal para colocar debajo de un árbol, aguantado temperaturas hasta los -5º. En el jardín se pueden dejar los tubérculos sin necesidad de sacarlos de la tierra, pero si decidimos desenterrarlos, tenemos que actuar como con La forma ideal de regar cuando está en maceta, es poner un plato con agua y dejar que la absorba, para luego retirar. Como no es una planta que soporte la humedad en exceso, regar sólo un par de veces por semana. Nunca debemos regar las hojas, ni mojar las flores.
La tierra en la que sembraremos el Ciclamen tiene que ser suelta, y bien abonada. Luego sólo aplicaremos abono líquido cuando esté en floración.
Si decidimos multiplicar nuestros Ciclamen, lo mejor es hacerlo dividiendo los tubérculos más grandes, también es posible hacerlo a través de sus semillas, pero el proceso es muy lento y los resultados no son tan buenos.
Plagas y enferemedades que pueden atacar al Cyclamen
Las plagas más típicas que suelen atacar al Ciclamen, son los trips, ácaros, la mosca blanca, las orugas y los nematodos (gusanos que atacan las raíces).
Este tipo de insectos son relativamente sencillos de mantener a ralla, siempre que usemos insecticidas sistémicos. Algunos de ellos son muy fáciles de evitar utilizando remedios caseros, pero en otros casos de ataques más fuertes, deberemos utilizar insecticidas químicos.
Quizás las enfermedades provenientes de los hongos sean las problemáticas y a las que es mas propensa esta plata.
Algunas, como el oídio, son muy sencillas de erradicar, mientras otras enfermedades pueden ser letales para la planta, como las producidas por bacterias, como la Erwinia Carotovora.
Otras enfermedades típicas, son la Brotitis (evitar mojar las plantas al regar) o la Antracnosis.
A pesar de estos problemas, si seguimos los cuidados del Ciclamen más básicos, en cuanto a temperaturas y riegos, no deberíamos encontrarnos con demasiados problemas para mantener unos ejemplares con buena salud durante muchos años.
Si te ha gustado este artículo, comparte en tus redes sociales, y no olvides que puedes suscribirte a mis artículos por correo electrónico.
Una de las plantas que más se me resite…, y mira que me gustan!!!
Hola Mónica.
Creo que con los consejos del artículo, seguro que se te dan bien. Mi madre los ha tenido un par de años y al final los ha perdido, aunque no se como los cuidaría, je, je.
Un abrazo.