Es sorprendente lo que esta planta puede llegar a crecer y lo invasiva que es, pero me encanta. La Hierbabuena crece por todos sitios, sale entre las rendijas del suelo, y poco a poco se va haciendo la dueña del jardín, lo cierto es que no me importa mucho, por que si en alguna zona me estorba, la arranco y punto.
Esta planta tan rústica, es muy fácil de encontrar por cualquier rincón de nuestra geografía. La Hierbabuena se adapta bien a lugares con gran insolación, pero se encuentra más cómoda en zonas de semi-sombra, lo que en ningún momento tenemos que descuidar es el riego, necesita agua en abundancia.
Es muy fácil de multiplicar, yo cuando quiero tener en algún rincón del jardín en el que no haya llegado por su cuenta, corto un trocito que contenga raíces y lo siembro. Agarra con una facilidad pasmosa.

Hierbabuena invadiendo todo

La Hierbabuena también tiene su rinconcito en la cocina. Nuestras abuelas la conocían bien y la usaban en caldos, sopas, cocidos y guisos (aún recuerdo cuando mi abuela la echaba en el famoso cocido). Eso es para usarla en fresco, pero si la secas, en las ensaladas da un toque muy especial, si la pruebas te garantizo que te encantará, tiene un poco ese aire italiano que se consigue con algunas hierbas, como la albahaca, pero mucho más intenso.
Te animo a que la pruebes la Hierbabuena en una maceta o en el jardín. Si la pones directamente en el jardín y no quieres que lo invada todo, puedes usar un truco: ponerla con una maceta, o con una lata (haz algunos taladros de drenaje).